EL JUGADOR

Perdió jugando al póquer: dinero, fincas, casas y coches. Cuando quiso jugarse su vida ya no le pertenecía.

Comentarios

  1. Me parece muy bueno. Pierde hasta la vida y no le queda no el consuelo de quitársela. Triste. Como todos los juegos que hacen perder la compostura y se convierten en enfermedad.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Laura. Supongo que hay muchas formas de perder la vida, y otras muchas de regalarla. Dudo cual será mejor.

      Una perta gorda.

      Eliminar
  2. Todos nos la jugamos. Forma parte de su esencia.

    Una perta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ECOS DE UN LIBRO AUTOEDITADO

EL COMPLEJO (de) EDIPO

HABITACIÓN SIN BOMBILLAS (Relato que da nombre a un libro).