EL LUGAR DONDE LOS MICRORRELATOS ENGORDAN
atraídos por la redondez de los alimentos y la viscosidad de las texturas hasta que los pies, agrandados por los lípido, revientan los zapatos, y la superlativa dimensión del vientre, lo convierte en una panza.
SOSPECHAS
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Nuestro gato apareció muerto junto a la vía. Mi madre afirmó que había sido el tren, yo más bien creo que falleció bajo la sombra de la curiosidad.
Cuando autoeditas un libro, siempre se ciñe sobre él (o eso creemos los que lo hacemos) una sombra amplia y extensa que suele cuestionar el valor literario de este. Conseguir que, sin tener editorial detrás, se interesen por él, y más cuando (como resultado) se le hace una reseña positiva resulta un buen espaldarazo para los desconfiados. Incluso para uno mismo. Aquí os dejo la reseña: RESEÑA DEL LIBRO HABITACIÓN SIN BOMBILLAS
Dejó atrás todo, y ahora hace esculturas extrañas que vende a turistas despistados, y aprende trucos de magia que jamás muestra a nadie. Cree tener cosas que contar, reflexiones nunca dichas, nunca escritas, pero nadie quiere oírlo, ni a él le gusta hablar con gente. Antes, cuando era contable, cada día se parecía a otro día, y soñaba con vivir así, pero sin latas de comida y sin frío. Ahora es libre, o algo parecido, y no tiene que explicarse ante nadie, y come cuando quiere y hace lo que quiere. Pero, incluso ahora, cada día es igual al anterior. donde Jordi Cebrián dejó su huella
Disculpe, ¿tiene fuego? Soy un desastre, continuamente dejo el encendedor en algún sitio lejos de mis bolsillos, y eso que mi madre siempre decía que uno solo es un hombre cuando no depende de los demás ni para lo más insignificante. Con su permiso voy a sentarme a su lado. No le importa, ¿verdad? Sí, he sido yo quien le ha citado. Me gusta la gente directa. Aunque no lo crea, esa cualidad junto con la puntualidad dice mucho de la persona. Me llamo Rodrigo. Sospecho por esa mirada que usted ya lo sabe. Pero bueno. Entiendo que es uno de esos formalismos que se emplean para entrar en calor. De todas maneras no se preocupe. Ambos somos mayores para andarnos con ese tipo de falsos protocolos, por lo que intentaré evitarlo y, como usted ha hecho, también evitaré rodeos que nos alejen de lo importante.
¡Muy bueno!, además con muy pocas palabras, concentradito. como a mí me gusta.
ResponderEliminar:) un abrazo.
Gracias por pasarte Yolanda; la próxima vez llama antes de venir y si prefieres otro tipo de café no tardaré nada en servírtelo.
ResponderEliminarUna perta.Nos encontraremos entre palabras.