DONDE HABITA ÉL
Se despierta sobresaltada: Levanta a su hija. Desayuno compartido. Carrera por la Calle Soslayo hasta la escuela. La niña corre libre entre rejas y ella sobrevuela con la mirada sus pies; veloces fotogramas la transportan al trabajo. Teléfono en mano; llamadas; voces familiares; vellos de punta; espalda encorvada; refugio entre cigarrillos; algún que otro...
PARA TERMINAR DE LEER ESTE MICRORRELATO PINCHAD AQUÍ
PARA TERMINAR DE LEER ESTE MICRORRELATO PINCHAD AQUÍ
¡¡Hola!!, desde mi rincón intemporal de asueto veraniego, he de decirte que esta huida de la vida de esta mujer, se hace muy difícil cuando sus sueños azules se empeñan en revivir la crueldad de sus momentos anteriores.
ResponderEliminarMe gusta tu apuesta. Es distinta y muy atrevida.
Besos calurosos.
Espero que hayas disfrutado del paréntesis merecido. Entiendo que con las pilas cargadas todo es más llevadero. En el micro la mujer lleva demasiadas cargas (o vivencias negativas) y eso impide disfrutar de lo que toca.
EliminarMe alegra que te guste.
Una perta.
La vorágine cotidiana y la vida light citadinense, parece ser que no le deja disfrutar del presente… Se le escapa la vida por los poros...
ResponderEliminarSaludos cordiales
Gracias genessis por el comentario, aunque en realidad intentaba reflejar la dureza de las heridas que habitan en el recuerdo. Pero en ocasiones no nos salen tan redondos.
EliminarUna perta.
La narración del texto refuerza la historia de manera que gracias a esas comas y puntos nos metes en una espiral en la que suponemos que algo muy bien no va y refuerza la historia. La dosificación de verbos también le hace al texto sufrir una precipitación o atropello de lo que va pasando.
ResponderEliminarMe gusta este espacio, me gusta leer cuando se apuesta, se arriesga uno y experimenta, por tanto, desde mi inconstancia bloguera, asomaré por esta puerta para leer lo que por aquí se cuece.
Un abrazo.
PD: tengo fatal conexión y he tenido que repetir el comentario como tres veces, si llegan los otros eliminalos, please
La verdad es que el comentario es más trabajoso que el propio texto. Enhorabuena. Me alegra que te guste el espacio, y ya sabes, entra y sal con la libertad que te apetezca, pues los textos no están guardados con llave. Y los ladrones poco pueden llevarse.
ResponderEliminarUna perta.