LENTOS PIES PEQUEÑITOS (publicado en la Esfera Cultural)

Cuando salía del colegio volvía a casa caminando despacito. Tal vez caminaba despacito porque era un niño tranquilo, sin prisa. Tal vez lo hacía con pausa, para disfrutar cada palmo de acera conquistado por sus diminutos pies de infante. A lo mejor, avanzaba lentamente para escuchar el anárquico palpitar de esa gran ciudad en la que vivía, con su sístole, motor de los vehículos, y su diástole bullicio de masas. Probablemente fuera para acercarse a la verdad de los segundos convertidos en minutos que se dilataban impidiéndole llegar temprano. O tal vez… sólo tal vez… sin creerlo probable, caminaba despacito porque sabía que entre los ojos del cinturón doblado que sujetaba su padre para darle la bienvenida no cabían los rayos del sol.

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Comentarios

  1. Se ve la tensión en ese andar despacito, en ese avanzar lentamente, no es propio de un niño o eso creo. Y me parece muy buena esa imagen de los ojos del citurón con la que enfrentas al lector a la causa de esa demora en llegar a casa. ¡Muy bien!

    Besitos

    PD:Soy un tanto anárquica con mis visitas pero ya me he puesto al día desde la última, espero que no te importe.

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    1. En un principio sobre todo quise jugar con una forma de narrarlo más poética, pero si además he conseguido trasmitir todo eso me alegro.

      Una perta.

      PD: no te preocupes. La puerta está abierta siempre y nunca paso lista. Y aunque siempre es gratificante encontrar comentarios , entiendo no todo lo escrito gusta de la misma manera. Gracias por tus visitas anárquicas de todas formas.

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  2. Un relato fantástico.
    Las experiencias negativas nos aletargan, no nos dejan crecer, y enfrentarse a un castigo requiere decisión y coraje.
    Me parece interesante, el niño se somete a lo que le espera, sin embargo, camina libremente como él decide.

    Saludos cordiales

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    1. Hola de nuevo genessis. Lo cierto es que en origen el relato (en mi cabeza), intentaba reflejar una conducta paterna más habitual de lo esperado. Pero resulta enriquecedora tu visión de castigo puntual. Me alegra saber que te ha gustado.

      Una perta.

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