Ahí estaba, a tres centímetros del poderoso alfil, a punto de matar al rey blanco. Todo un honor para cualquier ficha, y mucho mayor teniendo en cuenta mi condición de peón. Era una decisión sencilla, solo tenía que dar un paso firme, y esa noche en la caja todos brindarían en mi nombre… incluso las torres que tenían por costumbre mostrarse distantes. De repente percibí la presión de los dedos índice y pulgar alrededor del cuello. Y con ellos volví a notar esa sensación de desprecio hacia los míos, tan extendida entre cuadrículas. Nunca se nos respetaba, ni en estos instantes cruciales en los que nos convertíamos en imprescindibles soldados de largo sable.
El odio y el miedo en algún momento se cruzan: una de tantas rectas, sí. Muy bueno Cortacuentos. Felicitaciones. Y me encanta la escritura de Neuman. Saludos van
ResponderEliminarLo complicado no es que se crucen; lo verdaderamente jodido es cuando lo hacen escopeta, rifle, pistola... puñal en mano.
EliminarMe alegra que te haya gustado la aportación de Neuman, ¿o es al revés?
Una perta Sandra.
Me gusta, pero la redacción que has empleado se me hace complicada.
ResponderEliminarLo apunto para volver a leerlo en un día menos saturado.
Un abrazo.
Gracias Laura por ese intento de llegar a todos los balones. Supongo que tal vez el truco este en saber el origen: pertenece a un grupo de relatos sobre la Guerra Civil Española.
EliminarUna perta.
El texto complementa el vídeo o viceversa,
ResponderEliminarsea como fuere se pone difícil el momento.
saludos cordiales
La verdad es que los vídeos, canciones, viñetas... suelen ser pequeños hurtos de la red que teniendo cierta relación con el asunto tratado bien merecen ser vistos, leídos o incluso admirados.
EliminarPero sí, mal se pone la cosa.
Una pera genessis.
No es fácil disparar. Menos si al otro lado alguien late la misma tierra.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que por duro que parece en ocasiones es cuestión de estómagos, aunque es un punto de vita más. Bienvenido a este tu espacio.
EliminarUna perta.
Supongo que sí, solo puede quedar miedo ante ese ojo entreabierto y esa mira del máuser. Me gusta como cuentas la escena.
ResponderEliminarBesitos
Gracias Ely, es un placer que te haya gustado.
EliminarUna perta.