LA SOMBRA DE CRONOS
Son las doce horas, un minuto y quince segundos. Mis pupilas siguen de cerca el recorrido predecible y recurrente del segundero. Pasan setenta y cinco mil centésimas del medio día. El goteo de arena, recuerdo de mi cumpleaños, no cesa. Hace cuatro horas y tres quintos del desayuno. Un día completo desde que mi padre llamó al médico y soporto una gran fiebre desde hace tres mil novecientos veinte minutos. Sin calendario sé que hoy es el quinto aniversario lunar de mi ingreso. Paradójicamente, pese a tanta exactitud, desconozco el tiempo que me resta sujeto a esta camisa de fuerza.
Me suena ese inicio ...no sé por qué será pero me suena mucho. ;)
ResponderEliminarEs una pena que después de tanta "exactitud matemática" el pobre no pueda predecir la cantidad de sus siguientes intervalos cuerdos de vida.
Buen micro, Cortacuentos!!.
Besos desde mis palabras, que han cumplido ... 31536000 segundos...
Gracias Laura. Supongo que hay cosas que es imposible predecir, siendo mucho más sencillo contarlas cuando ya han ocurrido. Sucede lo mismo que en los cumpleaños. Hace un año ignorabas cuanto iba a durar tu blog, y ahora ya sabes que por lo menos ha superado (con creces y esfuerzo) los doce meses.
EliminarUna perta, y a disfrutarlo.
Muy bueno, Cortacuentos! Y, aunque parezca medio tirado de las patas, lo relacioné con Funes, memorioso, algo así "En el universo de Funes no había sino detalles inmediatos", no?
ResponderEliminarSe disfruta mucho de la lectura de este blog! Saludos van!
Pues ahora que lo dices, por eso de agrandar el conocimiento microrrelatero me voy a leer el nombrado "Funes el memorioso", ya que no lo había hecho antes. Gracias por la aportación, y el piropo. Supongo que será fruto del mimo que todos le ponemos a las letras.
EliminarUna perta.
Un gran micro que se cimenta en una magnífica construcción del personaje, Cortacuentos.
ResponderEliminarEstá tan bien hilvanado que no somos -al menos yo no soy- capaces de ver la progresión dramática del conflicto hasta llegar a las tres palabras finales. Entonces, como en efecto dominó invertido, vemos que las piezas se ponen de pie una a una y se justifican.
Aplausos entusiastas, amigo.
Un abrazo,
Hay muchas veces, como este caso (o casi todos), que el relato se enriquece más de los comentarios y esos ojos regaladores de palabras que de la propia intención que lo vio nacer, y que como muchas veces pienso básicamente escondía las trampas de un tahúr, con la labia de un buen buen párroco y la llaneza de un campesino.
EliminarUna perta.
:)
ResponderEliminarY así estamos todos. Un poco. O mucho. Supongo que no nos encierran porque nos protege la incosciencia. La lucidez acaba con uno.
Un abrazo
Supongo que la delgada linea entre la locura y la cordura, es atravesada en infinidad de ocasiones sin apenas darnos cuenta, y la lucidez muchas veces se esconde bajo la grisácea etiqueta de la enajenación.
EliminarUna perta.
A veces la lucidez no nos pone en el mejor lugar...
ResponderEliminarExcelente, me ha re-gustado.
Un abrazo.
Un placer repartir gusto y regusto por doquier, aunque EXcelente sea tal vez un adjetivo demasiado EXcelso para lo pretendido.
EliminarMuchas gracias Genessis.
Una perta.
Cortacuentos, me encantan estos micros que te desvían la atención con esa fijación en un tema o en un hecho, para luego desviarte con naturalidad a la puerta de salida del relato. Muy bien ejecutado y buena elección léxica.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Gracias Nicolás por los piropos. La fórmula, tal vez por el abuso, resulte (o pueda hacerlo) aburrida. La lección del léxico, la que encontré en la punta de la lengua, y vuestro aplauso un aliciente para seguir embistiendo nuevos temas. Por cierto, también se admiten críticas.
EliminarUna perta.
Estas frases iniciales "impuestas" nos llevan muchas veces a explorar terrenos en los que no nos meteríamos por nuestro propio pie. Me gusta cómo has llevado frase a frase esa exactitud horaria hasta lo enfermizo. He disfrutado leyéndolo y releyéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Nieves, tienes toda la razón. Creo que como recurso literario, participar en este tipo de concursos a partir de una frase, potencian la creatividad de uno.
ResponderEliminarUna perta.
Supongo que tanto hablar del tiempo, esa obsesión me dio la pista, anunciaba ese final, aún así ha sido sorpresivo.
ResponderEliminarBesitos
Hola Ely, veo que eres una lectora insaciable, de esas que rápido se pone al día.
EliminarUna perta.