REFLEXIONES DE UN LADRÓN EN ÉPOCA DE CRISIS Junio del 2012. Finalista en la XI quincena de relatos Triple C.

No trabajó ni la mitad que la noche anterior, pero tampoco le sorprendió. El último mes había sido nefasto. Se le vinieron a la cabeza las Matriuskas como símbolo de la decadencia laboral. A cada día, le sustituía otro con menor carga de trabajo. En ocasiones era responsabilidad del amplio stock de casas en venta, huérfanas de cualquier interés; en otras resultaba abusivo (casi indigno) dejar a los pobres inquilinos sin las cuatro baratijas de oro que en breves tendrían que empeñar; y con demasiada frecuencia aquellos que más posibles acumulaban, lejos de los restaurantes caros, fines de semana en resorts o noches de teatro y copas, no se movían de casa en todo el fin de semana por el tan extendido “¿y si nos echan?”.

Al final, por lo uno o lo otro, estaba empezando a notar la crisis, de la que tanto había renegado. Mientras, otros compañeros de gremio no lo dudaban y recurrían al robo con violencia bajo la despistada mirada de la luna. Él, sin embargo, lo tenía clarísimo: “ya mucho daño le habían hecho los banqueros y políticos a la profesión como para saltarse el código deontológico.”


Comentarios

  1. Buena dosis de ironía crítica la de este micro, Cortacuentos.

    No puede sorprender el reconocimiento recibido.

    Un abrazo,

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    1. Supongo que hay distintos tipos de robo y distintas condenas para los distintos estratos de la sociedad piramidal.

      Gracias Pedro.

      Una perta.

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  2. Una ironía con cuerpo real.
    Es tiempo de reflexión.

    Un abrazo Cc.

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    1. Es tiempo de acción, más bien. Pero los que todavía tenemos algo que perder nos conformamos con microrrelatos.

      Una perta.

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