FÁBULAS DE ESOPO

Cuando les quise contar a mis niños la fábula del Águila y la zorra, noté como parte de la clase enmudecía ante la presentación del cuento, mientras en la cara de otros brotaba una sonrisa o saltaba una incontrolable carcajada. Asustado por la airada reacción de la mayoría, impropia de tan imberbes elementos, quise zanjar el tema y mandé a los mencionados copiar 20 veces la definición que la palabra traía en el diccionario vinculado al título. Pasado el tiempo, pude leer en la libreta de uno de los alumnos castigados “animal de costumbres crepusculares y nocturnas; abunda en España y caza con gran astucia toda clase de animales, incluso de corral”, y fue inevitable pensar en mi ex mujer, y como ella a lo largo de tantos años, con esa tendencia tan primaria que la hacía única, consiguió, que yo un humanista convencido, me convirtiera en uno de los herbívoros más ornamentados y majestuosos que pastan en nuestras dehesas.

Moraleja: “no te rías nunca de la zorra por lo que en el futuro pueda pasar.”



Comentarios

  1. Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado Omar. Degusta cuantos quieras y no te olvides de dejar la puerta abierta cuando salgas.

      Una perta.

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  2. ¡uy, Cortacuentos! Mentas a las exmujeres y se me pone el bello para colgar clavos, amigo.

    Me gusta mucho esta pieza.

    Un abrazo,

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    1. Gracias Pedro,. ME alegra que te haya gustado. Supongo que hay temas más peliagudos que otros. A mí el presente micro me viene más de las risas de mis alumnos ante el título, y de lo curioso de las moralejas, o el don que cree poseer el que se dedica a construirlas.

      Una perta gorda.

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  3. Pues sí, sí... no hay que reírse ni un ápice ¡por si acaso!. Me gusta cómo has planteado la escena y esa voz narradora que acaba en una reflexión personal a pesar de sus primeras intenciones.

    Un abrazo por el micro y por esa clase de "avispados" niños. ¿Las niñas también reían?...

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    1. Ya ves. No hay nada como jugar con los clásicos, y es que todo en esta vida puede ser fruto de un nuevo aprendizaje. No obstante, pese a estar narrado en primera persona, tiene poco de análisis personal. Que lo sepan todas mis exmujeres. (Reconocidas como tales por el episcopado creo no tener ninguna).

      ¿Las niñas?... pues seguro que alguna que otra sonrieron a la par.

      Una perta.

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  4. Este va de ex-mujer"borde" por lo que veo. Es curioso ver por que caminos le lleva la fábula que quería contar.

    Besitos

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    1. Ya ves. Al final de la misma el profesor la emplea para reflexionar. Y es que cualquier excusa es buena.

      Una perta.

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  5. Qué bueno ese viaje de ida y vuelta por la razón.
    Un abrazo Cortacuentos.

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    1. Bienvenido Miguel Ángel a este tu rincón (como nuestra es la comunidad). Me alegra tu presencia y que te haya gustado lo leído.

      Una perta gorda.

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