CIRCULO VICIOSO

El toro asestó una cornada en la femoral al hombre. ¿a quién se le ocurre pasearse beodo por un prado sembrado de Miuras? El hombre, desangrado, murió (sin réplica) por este motivo. La viuda del temerario pasó tres días con sus tres noches llorando, hasta fallecer por deshidratación. El hijo de ésta fue más valiente y decidió seguir viviendo. Con el paso de los años, tanta estoicidad fue canalizando sus energías hasta convertirlo en torero, con el fin y mayor pundonor de resarcir el honor mancillado de su familia.

Toreó, le acompañó la suerte, y le dio la mano el reconocimiento. Con este último llegaron las mujeres, y por capricho se casó con una a la que le puso repetidamente los cuernos en diferentes plazas. El día que ésta se enteró de la infiel afición de su esposo, nadie pudo detenerla. Le asestó una cornada en la femoral al hombre. ¿a quién se le ocurre siendo torero y casado lidiar con ternerillas disponiendo de más elevadas reses? El hombre, desangrado, murió (sin réplica) por este motivo. La viuda del temerario no derramó ni una lagrima. Así se rompió el círculo.

Comentarios

  1. Miguel, genial circulo que tan bien has sabido dibujar desde el inicio hasta el final. Nada sucede por casualidad y todas las casualidades bien puede ser solo eso.

    Abrazos.

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  2. Gracias Nicolás. Al final todo forma parte del mismo circulo "vicioso". Pero siempre encontramos un final para salir del lío. Tal vez fuera suerte, o tal vez fruto de la buena intención pero ya no me acuerdo pues lo escribí hace un año.

    Una perta gorda.

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