CARA A CARA

No hace mucho tiempo La Verdad y la Mentira discutían airadamente sobre las deidades de su carácter. La primera con un discurso coherente, lustroso y bien vertebrado se apoyaba en la honestidad como sublime muestra de bondad; mientras que la Mentira, frente a la anterior, recurría a las clásicas tretas, que la habían encumbrado entre los más hábiles trileros de la oratoria, para conseguir llevarse el gato al agua.

Poco a poco, por la vehemencia de las contrincantes y lo arraigado de su pensamiento, el enfrentamiento fue adquiriendo tintes violentos. La Verdad, cauta y un poco asustadiza, decidió dar por concluido el soliloquio a dos voces, dejando aturdido al espejo que, como único testigo del lance, me contó (con las mismas palabras que acabo de utilizar) esta anécdota.


Comentarios

Entradas populares de este blog

ECOS DE UN LIBRO AUTOEDITADO

EL COMPLEJO (de) EDIPO

HABITACIÓN SIN BOMBILLAS (Relato que da nombre a un libro).